El Roni Kaplan persona se define como una persona nacida en Uruguay, que emigró a Israel hace 21 años, que está casada con Maia y que tiene seis hijos. En cambio, el Roni Kaplan profesional es el portavoz del ejército más discutido del mundo: las Fuerzas de Defensa de Israel (FD). El Ejército Israelí.
Entre el alud de entrevistas que está concediendo, pasó revista conmigo sobre la guerra. Han sido unos 111 días crueles para los civiles gazatís, y dolorosos para los civiles israelíes. A Roni le hablé como periodista judío, pero también como periodista humanista. Es decir, como un periodista que quiere lo mejor para su pueblo, pero también como un periodista que quiere la prosperidad del pueblo palestino.
Gabriel: ¿Cuáles son las últimas novedades de la guerra? ¿Cuál es la situación ahora mismo?
Roni: Nosotros, como FDI, seguimos defendiendo a la ciudadanía israelí de ataques sostenidos, día tras día, de múltiples frentes. Algunos vienen directamente de nuestras fronteras. Otros vienen de más allá de las fronteras. Seguimos operando para devolver a nuestros rehenes a casa, que en la Franja de Gaza son 136. También por desmantelar Hamás y por restaurar la seguridad de cada uno de nuestros límites.
Obviamente, llegado el caso, si el gobierno israelí nos solicitase un alto al fuego, como cualquier estado de derecho lo vamos a acatar. Pero básicamente nosotros seguimos operando en este momento. Mientras Hamás siga manteniendo a 136 civiles secuestrados, en la Franja de Gaza, nosotros vamos a seguir luchando contra Hamás.
¿Se está haciendo todo lo posible por recuperar a los rehenes? ¿Cómo gestiona su situación el ejército? A parte de buscar desmantelar a Hamás, ¿cómo luchan por recuperarlos? Entiendo que es algo muy sensible, muy difícil.
Sí. La realidad es que para las FDI son objetivos que van en paralelo. Cuanto más logremos presionar a Hamás, mayores van a ser las probabilidades de que se creen las condiciones para que Hamás libere a estos secuestrados y secuestradas que tenemos dentro de la Franja de Gaza. Son dos objetivos que van absolutamente en paralelo.
Luego, sobre cómo se tratan a los secuestrados cuando llegan a Israel: en aquella pausa operativa de hace varias semanas, 110 fueron los secuestrados liberados. 86 de ellos israelíes, y 24 extranjeros. Y 11 cadáveres, lamentablemente, llegaron a Israel. En total 121 personas.
Llegan aquí [a Israel], y se les da un tratamiento que es muy privado, por todo lo que vivieron. Vivieron unos días de Holocausto ahí. Y también por la manera en la que fueron secuestrados. Un tratamiento por parte de los organismos profesionales, tanto del ejército como del sistema de seguridad israelí. Es algo que se mantiene en la privacidad al máximo posible, de todos y cada uno de los secuestrados y secuestradas liberados y liberadas.
¿Qué autocrítica hacen las FDI sobre lo acontecido el 7 de octubre?
Nosotros, sin duda, fallamos. Quizás fue uno de los errores más importantes desde la creación del Estado de Israel moderno, en el día en el que fueron asesinados más civiles israelíes que nunca.
Entre lo que sucedió y lo que debería haber sucedido hay una grieta, una diferencia muy importante. Y, en esa diferencia, es donde probablemente se va a centrar la investigación de la actuación del ejército, y de todos los demás elementos. Una falla enorme por parte nuestra. La responsabilidad es en gran parte nuestra. Nosotros vamos a tener la lección aprendida, y vamos a tener que mejorar.
"Hamás quiere generar un terror psicológico, y piensa que la única forma de poder mantenerse es teniendo a rehenes israelíes"
¿Por qué crees que Hamás sigue teniendo cautivos a los secuestrados o lanzando misiles? ¿Con el objetivo de hacer daño? ¿O hay algún objetivo más?
Es una buena pregunta. La realidad es que Hamás quiere generar un terror psicológico. Primero, entre la población israelí. No quiere para nada dejar las armas, quiere segur luchando. Y piensa que la única forma de poder mantenerse y existir, es teniendo a rehenes israelíes. Porque, a cambio de ellos, puede conseguir todo tipo de objetivos.
Como te digo, nosotros hacemos todo lo posible para que estos rehenes regresen a casa. Tanto en la parte diplomática como en la parte militar. Trabajamos por eso los últimos 111 días.
Hamás perpetró el 7 de octubre justo en un momento en que Israel estaba mejorando sus relaciones con Arabia Saudita.
Es muy probable que, en el momento en el que el eje del mal, con Irán, algunos grupos terroristas en Siria, Hezbollah en el sur del Líbano, Hamás, los hutíes en el Yemen, algunos grupos en la zona de Judea y Samaria... comprenden que Israel podría llegar a hacer la paz, o por lo menos normalizar las relaciones, con un país tan importante en el mundo sunita como es Arabia Saudita.
Estos grupos terroristas se definen a si mismos como 'anti Israel'. Es decir, no tienen una definición positiva. Hamas dice en muchos casos que "Israel seguirá existiendo hasta que el Islam lo elimine, así como ha eliminado a muchos otros", y ve el mundo en blanco y negro, entre fieles e infieles.
Si Israel lograse demostrarse como un hecho consumado en Medio Oriente de forma positiva, entre países que deciden reconocerlo no solamente por debajo de la mesa, sino también por encima, en ese momento Hamas podría llegar a perder su identidad. Es un buen momento, obviamente, para desestabilizar Medio Oriente. Para intentar hacer propagar este radicalismo islámico. Para desestabilizar la seguridad de toda la zona.
Es muy probable que el 7 de octubre responda a una lógica más racional, a eso que tú decías. Entendemos de forma profunda que, si logramos desmantelar a Hamás, sacaremos esa inestabilidad que trajo Hamás a la zona. Vamos a dar seguridad y a liberar al pueblo palestino de Hamás en la Franja de Gaza, traer seguridad para el pueblo israelí, y evitar que se propague toda esta ideología o agenda yihadista, de Islam radical, que pretende establecer un califato sobre los escombros y las ruinas del Estado de Israel moderno. Esto es lo que pretende hacer Hamás.
Así como el objetivo con Hamás es desmantelarlo, ¿cuál es el objetivo y la expectativa con Hezbollah?
Hezbollah empezó a atacarnos el 7 de octubre. Y por ello se desplazaron 80.000 ciudadanos israelíes, de la zona fronteriza con el Líbano. Hezbollah tiene misiles antitanques de tipo Kornet. Los más largos pueden alcanzar los ocho kilómetros, y alcanzar una posición dentro de Israel. Hezbollah viene atacando a civiles israelíes, como hace Hamás, y se infiltra entre su población civil, como Hamás. Con condiciones un poco distintas, en el sur del Líbano.
Nosotros tenemos que devolver 80.000 personas a la zona de la cual se desplazaron. Los niños tienen que volver a la escuela, las mujeres y los hombres tienen que volver a trabajar y, en definitiva, tienen que volver ahí. Hay dos opciones.
Una opción, que es la que siempre preferimos, es una acción diplomática. Que Hezbollah decida irse hacia el norte, por ejemplo al río Litani. A unos 12 kilómetros de la frontera con Israel. Y, de esa manera, se haga una resolución 17.01, como en la época de la Segunda Guerra del Líbano. Una resolución que funcione: que Hezbollah no la quebrante de forma flagrante, como prácticamente todos los días, desde 2006.
Esa es una posibilidad, la mejor. La ventana todavía está abierta para una solución diplomática. La otra solución es la solución bélica. Que es lo último que queremos. Pero si Hezbollah no nos deja otra opción, ¿qué podemos hacer? Hemos hablado una y otra vez con la población del Líbano, y le hemos preguntado al mismo gobierno del Líbano si acaso Hezbollah es el verdadero protector de la población libanesa, como dicen ser todos los días, o si en realidad es el protector de Hamás y de Irán. Y si nos van a terminar arrastrando a una guerra regional, a una guerra de todo Medio Oriente. Esperemos que no sea el caso. Pero, en el caso que sea así, estamos preparados para cualquier contingencia
Hablando de Palestina, sé que ya lo hablaste anteriormente y que es un tema muy recurrente. Pero quiero que me expliques a mí. Que lo repitas, porque parece que nunca queda claro. A la hora de atacar los objetivos terroristas en Gaza, ¿qué hacen para evitar el máximo posible los daños a los civiles? ¿Se puede hacer algo más?
Nosotros hacemos todo lo que está dentro de nuestras posibilidades. Conversamos también con los principales ejércitos del mundo, para intentar disminuir al máximo el daño a los civiles en la Franja de Gaza, y maximizar el daño a los terroristas.
¿Qué es lo que se hace para mitigar este daño? Por un lado, se elige la munición y la hora en que se va a operar en una zona específica, con el objetivo de no tener daños colaterales. Por otro lado, se ha permitido el ingreso de hospitales de campaña, por la zona del pasaje de Rafah, para curar y para tratar a heridos que lo necesiten, dentro de la Franja de Gaza.
Por otra parte, también avisamos antes de operar en una zona. Se avisa a la población civil ahí, perdiendo nuestra capacidad de sorpresa ante los terroristas. Se avisa a la gente que aquella es una zona de combate, de peligro. Y se indica adónde evacuarse.
Estamos hablando de unas 79.000 llamadas de israelíes que hablan con palestinos para que salgan de ahí. 7,2 millones de panfletos lanzados al aire, avisando a la gente que se vaya del lugar. 13,7 millones de texto SMS que se han enviado a los teléfonos. Y más de 15 millones de llamadas telefónicas que tienen una grabación. Estamos hablando de bastante más de 35 millones de solicitudes para disminuir el daño de la población civil. Obviamente, Hamás previene que ellos se vayan de ese lugar.
También hemos establecido ayudas humanitarias, y aun cuando Hamás lanza cohetes, nosotros no respondemos a ese lugar, porque son zonas humanitarias. Desde el 21 de octubre se ha ingresado a la Franja de Gaza más de 190.000 toneladas de ayuda humanitaria. Agua, comida, equipos médicos, frazadas, mantas y otros bienes. Estamos hablando de más de 300 camiones, justamente para mitigar el daño de la población civil.
No son nuestros enemigos, esta no es una guerra contra la población civil en Gaza. No es una guerra contra el Islam. Es una guerra contra un grupo terrorista, en cuya Carta Magna dice que Israel existirá hasta que el Islam lo permita, así como eliminó a muchos otros.
En las decenas de miles de objetivos militares que hemos superado en la Franja de Gaza, hay por detrás una necesidad militar. Hay, por lo tanto, una proporcionalidad, que según el Derecho Internacional Humanitario, es la ventaja específica que puede obtener quien opera en ese lugar -en este caso, las FDI-, frente a la cantidad de daño colateral que se puede generar.
Ahí está todo dado de forma constante. Y realmente, de forma indignante, gran parte del mundo está condenando a Israel. Somos conscientes de eso. Están acusando a Israel de ser quien no cuida el Derecho Internacional Humanitario, cuando Israel lucha según el Derecho Internacional Humanitario.
Israel lucha según los valores judeocristianos, que son más amplios aún que este mismo derecho. Y básicamente es quien está haciendo todo para proteger a los civiles en el conflicto. O por lo menos todo lo que está dentro de las posibilidades, frente a un grupo terrorista como Hamás, que se infiltra entre la población civil. Israel es el que está recibiendo las críticas de Occidente, cuando el objetivo central del Derecho Internacional Humanitario es precisamente proteger a civiles en el conflicto.
Hamás no lo hace: utiliza a mujeres y niños como escudos humanos. Lo dice de forma abierta. Dice que quiere volver a cometer los crímenes a civiles israelíes del 7 de octubre. Dice que los civiles gazatís no son su problema, que son responsabilidad de la ONU. Y eso que están gobernando la Franja de Gaza, desde 2007. Les roban todo este material humanitario cuyo paso permite Israel. Y así todo ese corpus legal. El Derecho Internacional Humanitario no rige para Hamás. Solo para Israel.
¿Sientes que tienes que estar justificando demasiado? ¿Sientes que, de todos los portavoces de ejércitos del mundo, eres el que más tiene que estar justificando las acciones del mismo? ¿Cómo se gestiona anímicamente eso?
Estoy aquí para pasar información contrastada, de forma precisa. Y, con paciencia y tranquilidad, explico esta situación. No cabe la menor duda de que Israel, aún cuando tiene uno de los ejércitos del mundo que más intentan luchar según el Derecho Internacional Humanitario, es muchísimo más criticado que ejércitos como el sirio o el yemení, o de partes de África, que matan de forma indiscriminada a civiles en este tipo de batallas.
Por alguna razón, Israel es sumamente criticado. Siento que la crítica viene principalmente del progresismo latinoamericano. Yo diría más que nada de los pseudo progresistas latinoamericanos. Que, básicamente, ven el mundo, al igual que Hamás, de forma dicotómica. En blancos y negros. Donde se exalta la idea del líder. Y ellos solamente tienen respuestas por Israel. No tienen una sola pregunta.
Todo eso frente a una cultura de la interpretación, como la cultura judía, y quizás la judeocristiana, donde el otro tiene su diferencia y su propia identidad, y el derecho a ello. Como yo y tú tenemos el derecho a tener nuestras identidades. Y a dignificar nuestras diferencias. Eso es lo que nos hace interesantes.
Desde perspectivas de la agenda yihadista, y desde perspectivas de la agenda del pseudo progesismo latinoamericano, nos encontramos con una visión del mundo dicotómico. De blancos y negros. Donde no hay lugar para las diferencias, y ahí es donde Israel es ese negro. Muchas veces, por parte del ignorante. En muchos casos, el anti israelí. Y en algunos casos, el antisemita. Si no existiese Israel o no existiese el judío, ellos lo inventarían. Porque es el culpable prácticamente de todo lo que pasa en este mundo.
Yo no digo que Israel sea el mejor país del mundo, pero estoy seguro de que no es de los peores. Es el país que más invierte en investigación y desarrollo, en relación al porcentaje de PIB. Un 5,44%. Es un país que transformó el desierto en campos florecientes. Es un país que transformó el terreno de ciencia y tecnología.
Y yo me pregunto qué construyó Hamás. Qué construyó ISIS. Qué construyó Boko Haram. Y qué construyó Al-Qaeda. Así todo, desde perspectivas a veces pseudo progresistas, ellos son los que siempre tienen la razón.
¿Crees que, como está haciendo las cosas Israel los últimos años y en el presente, la paz con Palestina es posible? ¿Y qué crees que tiene que pasar en Palestina o en Gaza para que por su parte también se pueda firmar la paz con Israel?
Desde mi lugar, como portavoz de las FDI, la única forma de llegar a una paz es a través de la educación. Si en la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, e incluso como sucede en Cisjordania, gobernada por la Autoridad Nacional Palestina, se sigue educando al odio hacia el otro -y ese otro es el israelí, el judío, la judía, la israelí, que viven dentro de Israel-... En sus libros escolares, se enseña a atropellar al israelí cuando vayan en coche, o a cortarle la yugular cuando tengan el cuchillo.
Con ese tipo de educación, no vamos a llegar absolutamente a nada. ¿Qué debemos hacer para llegar a la paz? Creo que, si Israel dejase las armas, rápidamente pondría en peligro su existencia. Se demostró el 7 de octubre. En cambio, s los grupos terroristas estuviesen desarmados, rápidamente habría una paz.
Israel, diría yo, es un país que ha intentado, durante años, hacer la paz. Y lo ha logrado durante gran parte de su historia. Lo que pasa es que ahora no tiene un interlocutor válido para hacer la paz. Allí donde existiera un interlocutor válido para hacer la paz, que nos reconozca como un estado judío, uno democrático, en ese momento creo que la paz se va a dar de forma muy rápida.
Pero, ¿con quién puede firmar la paz Israel? Sin entrar en temas políticos, sino más bien filosóficos, ¿con quién puede Israel hacer la paz, si aquellos que están atacando a Israel son cinco grupos terroristas subestatales que no reconocen la existencia de Israel? Tenemos que empezar por reconocer al otro. Reconocer también el sufrimiento del otro. También es responsabilidad israelí: hay que reconocer el sufrimiento de los palestinos, que existen.
Debemos ser serios. ¿Te acuerdas de aquel terrorista de Hamás, que lo que hizo fue llamar a sus padres y decirles "papá, mamá, ¡maté a diez judíos! Tengo diez judíos muertos aquí, y hay también judías". Y la mamá llorando del otro lado del teléfono, como si fuera el corolario de su educación. Debemos ser tan serios como él, para el día de mañana poder perdonar, poder dejar de odiar y poder amar.
Pero no cabe la menor duda que, en este caso, en la Franja de Gaza, la religión ha convertido a seres humanos en asesinos. No es todo el Islam, ese es el Islam radical. Y es parte del problema, no de la solución.
Imagino que el ejemplo para Palestina debería ser Egipto, que se abrió y acabó alcanzando la paz con Israel hace años.
Esperemos reconocernos como lo que somos. Nosotros vinimos a este lugar -en realidad, nunca nos fuimos de este lugar-, lo anhelamos durante 2.000 años de exilio, una capital de nuestro pueblo. Más de mil años antes de Cristo.
Y básicamente, cuando pudimos establecer un estado aquí, lo hicimos de forma democrática. Hay un 21% de árabes aquí en Israel, en igualdad de derechos y obligaciones. Un estado democrático y judío. Un estado que es la sexta parte del uno por ciento de Medio Oriente: un pueblo que es un 0,2% de la población mundial, con el pueblo judío. Y, básicamente, tampoco este estado tiene derecho de existencia.
De alguna manera, algunos de estos que hablábamos antes ven al Estado de Israel como el judío entre las naciones. Aquel judío que era también perseguido. Eso es Israel. Pero nuestra condición no es la misma que en la época del Holocausto (mis abuelos lo pasaron). Es una condición nueva. Estamos aquí para hacer la paz con todos los vecinos de la zona. Pero esa paz tiene que venir con un reconocimiento.
Tiene que venir sin armas. Porque básicamente, sino, no estamos dispuestos a estar aquí para que otra vez intenten sacarnos, una vez tras otra. Incluso en 2023, un 7 de octubre, un grupo terrorista violó, asesinó, masacró e incineró, a la luz del día, en los kibbutzim israelíes, en lo que representa también un fallo importante de nuestro lado.
Hablando más de Israel a nivel interno, salió un caso de un chico que se negó a hacer el ejército recientemente, y que por ello fue condenado a entrar a la cárcel. ¿Qué te parece esto? Si alguien no quiere servir al ejército, ¿debe ir a la cárcel?
La verdad que no escuché sobre ese caso específico. Pero Israel es una democracia vibrante, donde hay libertad de expresión. Donde hay libertad de consciencia. Y, básicamente, cuando tú juegas en las reglas democráticas, tienes todo tipo de voces, de expresiones, y hay que seguir jugando de esa manera. Esa es la realidad. Es lo que yo pienso por lo menos de forma personal.
Vinimos unos 360.000 reservistas al ejército. Ahora hay más de 200.000. Todos vinimos aquí para restaurar la percepción de seguridad y la seguridad de nuestra población civil. Apareció uno de los tantos cientos de miles, y el mundo hace de esto una cosa muy grande. Israel se va a enfrentar con eso de forma democrática.
Israel se va a enfrentar con eso como es su democracia. Una democracia donde hay libertad de expresión, aun cuando no todas las expresiones son las más estándares o institucionalizadas. Esta es una democracia de instituciones. No es una democracia que está basada en personas o en líderes, a diferencia de muchas otras de nuestros lugares natales.
Para acabar, te pido un propósito para este año como portavoz de las FDI, y otro a nivel personal.
Como te decía, estoy en la reserva desde el 7 de octubre. Y no lo hago con gusto. Mi corazón no pretende recibir nada a cambio, más que cumplir con el deber de comunicar esta tragedia de mi pueblo. De comunicar cómo estamos haciendo para paliar a este grupo terrorista y a otros que acechan la zona. Y para que esto no vuelva a suceder.
Yo siento que me tocó estar aquí, y que no disfruto de ser un personaje semi público, producto de una tragedia. Tampoco soy la historia, soy un vehículo para que la gente que habla en español conozca lo que pasa de la forma más precisa y contrastada. Que mi capacidad me permita transmitir lo que está sucediendo en el campo de batalla.
Sí que tengo un propósito. Me siento responsable de lo que está sucediendo también, como parte del ejército. Nos sentimos todos responsables. Pero realmente, mi propósito, o lo que prefiero para este año, lo que deseo hacer, es volver a ser un anónimo. Volver a casa, al seno de la familia, y pensar que todo lo que ha sucedido en estos últimos 111 días no fue más que una pesadilla.
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