Drama es el 2.0 de Mamma Mia!. Sus guionistas, Dani Amor, Charlie Pee y Oriol Pérez Alcaraz, gestaron una versión renovada de la mítica película de ABBA. En este caso, la serie destaca por su feminismo y por su necesariedad. Drama surge en la época del solo sí es sí, y en una etapa en la cual los jóvenes ya no afrontan mares de dudas, sino océanos.
Con seis capítulos que oscilan, cada uno, los 20 minutos de duración, esta primera temporada de Drama se centra en la desenfrenada y estresante vida de la joven África (Elisabet Casanovas), que comparte piso con Scarlett (Júlia Bonjoch) y Jordi (Artur Busquets). Desenfrenada por su ritmo de vida: de fiesta en fiesta, y tiro porque me toca. Y estresante, porque la narración gira en torno a todo un embarazo no deseado de la protagonista.
Los hombres debemos tomarnos Drama como un medio para reírnos de nosotros mismos
El hilo conductor, por lo tanto, es la búsqueda del padre por parte de los tres amigos. Resulta que en los días previos a la acción, África se acostó con distintos hombres. Y cuando recibe la desafortunada noticia, decide contactar con cada uno para reconstruir cada noche y, en definitiva, cada relación sexual.
Esta maratoniana odisea es maravillosa. El estrés mencionado da un paso al lado, y surge la sorna con la que la serie trata a la figura masculina. Los guiones y las propias interpretaciones de quienes se acostaron con África son caricaturas de los hombres. De los reales, de los de carne y hueso.
Esos personajes inverosímiles pero realistas se borran del conflicto que África afronta. Lo hacen de manera voluntaria o involuntaria según el caso, pero lo hacen. Sin embargo, cuando opino que son un fiel reflejo de los hombres reales lo hago por el cómo. Es decir, no digo que los hombres acostumbremos a borrarnos de situaciones tan críticas. Pero sí que, en muchos casos, no sabemos cómo lidiar con situaciones que requieren comunicarnos y entendernos con las mujeres.
A veces reaccionamos con la misma estupidez que presenta Yuri. En ocasiones, lo hacemos con la inocencia de Sergi. E incluso podemos llegar a actuar con el mismo descaro que Quim. Entonces, lejos de ofendernos, los hombres debemos tomarnos Drama como un medio para reírnos de nosotros mismos. Y por qué no, como un espejo para comprobar qué estamos haciendo mal y qué debemos mantener.
La serie exalta el poder de la mujer (girl power) y destaca su inteligencia, tan infravalorada
Una serie que también normaliza al colectivo LGTBI. Afortunadamente, en los últimos tiempos cada vez hay más series que incorporan o bien lesbianas, o bien gays, transexuales, bisexuales e intersexuales en sus nóminas de personajes. Drama es una de ellas. Y no lo hace con calzador. Lo hace, como digo, con normalidad. Como tiene que ser.
Y como he dicho al principio, Drama es también un producto feminista. Porque paralelamente a esa caricatura paradójicamente tan real de los hombres, la serie exalta el poder de la mujer (girl power) y destaca su inteligencia, tan infravalorada. El ejemplo más claro es la personalidad de África. Muy fuerte, muy extrovertida... pero a la vez, muy insegura.
Porque ese es otro de los temas que trata la serie. El temor a la soledad. La inseguridad a la hora de tomar decisiones. La inseguridad a la hora de mantener relaciones. La inseguridad a la hora de conocer nuevas personas. Inseguridades muy comunes entre los jóvenes (y los no tan jóvenes).
Pero en esta macedonia prácticamente perfecta de temas, hace falta una buena confitura. Comérnosla sin nada resultaría muy denso. Y para evitar eso está Gregorio, el padre de África. Encarnado por Ignatius Farray, Gregorio aporta esa mermelada al ofrecer la cara más surrealista de la serie.
Drama es una serie que plantea muchas moralejas relacionadas con nuestra sociedad
Si los hombres de la vida real podemos reírnos de nosotros mismos mediante los hombres de África, en este caso, a través de Gregorio, las mujeres también pueden hacer lo propio. Y los hombres, obviamente. Todas y todos. Gregorio es un padre también hallable fuera de la pantalla. Uno de esos que se toman la vida con extremadamente poca seriedad. Es el Joker de Drama.
Y eso provoca situaciones como la del poema que recita en un velatorio. Situaciones que provocan risa y que atribuyen a la serie una informalidad necesaria. Pero en la otra cara de la moneda, situaciones que decepcionan a hijos e hijas -como el caso de la misma África-.
Drama es una serie perfectamente terminable en dos días. O en uno, si quien está detrás del ordenador es duro o dura de pelar. Es una serie que engancha. Una serie que provoca muchas ganas de comentarla junto a otras personas. Y una serie que plantea muchas moralejas relacionadas con nuestra sociedad. Drama es, por lo tanto, una serie oportuna, necesaria y feminista.
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